¿Me extrañas? Yo sé que sí.
También se que prefieres verme muerta a verme feliz con Jack.
No te preocupes, amado mío, porque a mí los ebrios como Jack no me gustan. Está completamente loco, el verde licor de las hadas causa enorme daño, amigo amado.
También sé que quieres besarme. Que quieres encerrarme en el closet. Que quieres amarrarme y guardarme en el sótano cuando llegué la policía. Yo sé que sí.
Entonces yo jugaré contigo y maullaré como un gatito. ¿Qué es eso?, se preguntará el policía. Yo se que sí.
Y después me sacarás, me limpiarás la cara con polvo y me meterás a un saco maloliente. Luego me acomodarás en tu nuevo carro y manejarás hasta el río. Créeme, yo sé que sí.
Me sacarás arrastrando, aunque no lo necesites, pues nunca me resistiría. Y de un solo empujón, terminaré flotando en las gélidas aguas. Verás como me hundo lentamente. Yo se que sí.
Y llorarás de alegría mientras mis pulmones se llenan de agua. Yo estaré sonriendo, cualquier cosa con tal de hacerte feliz. No tendré miedo.
Pues sé que eres un cobarde y no soportarás la visita de mi fantasma cada noche.
Entonces te lanzarás al agua desesperado. Yo estoy casi inconsciente, sonriendo. Mi corazón late despacio, mis venas se congelan. Tus musculos adoloridos intentan agarrarme, pero soy pequeña y escurridiza como una sirena.
¿Me extrañas? Yo se que sí. Desde tu cama de algas, rodeados de peces de colores que se comen tu cuerpo hinchado.
Un último esfuerzo y me agarras por un pie, me llevas contra tu cuerpo y subimos. Mis pulmones se llenan nuevamente de aire mientras mi cara se llena de barro. Siento tus manos en mi espalda por última vez y la espuma te lleva para siempre.
¿Aún quieres hacerlo, querido mío?
Mi recuerdo es más fuerte, creo que no soy yo quien debe morir... ¿no lo crees así?